EN NUESTRA CIUDAD DE RIOJA ENCONTRAMOS VARIAS LEYENDAS COMO LAS
QUE TE MOSTRAMOS AQUÍ:
EL CHULLACHAQUI
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Chullachaqui |
No tenía miedo, era valiente, un fin de semana se adelantó en volver, era "domingo siete". -Calixto, quédate, es un día malo... -dijo su tío. El joven hizo caso omiso a la petición de su tío. Arribó al atardecer a su casa y escuchó silbar a las perdices al filo de la chacra, cogió su escopeta y se fue a cazar.
De inmediato llegó al lugar, con mucha precaución se fue acercando donde las escuchó gritar, la última vez. Avanzaba agazapado, vió moverse una rama. Efectivamente allí estaban posadas, levantó la escopeta, apuntó y disparó en el bulto. Las aves volaron y una cayó al suelo, estaba buscando y escuchó que algo pataleaba, la perdiz daba sus últimos momentos de vida, arrimó su escopeta a un árbol.
Cuando se proponía levantar la presa, apareció un ser exótico muy raro que le impidió el paso. Se quedó turulato, era algo inaudito. El ser extraño era enano, panzoncito, los dientes negros y sobresalientes, completamente peludo como un oso, tenía una melena larga que llegaba hasta el suelo, un pie al revés, y usaba hojas como vestido, en realidad era horrible.
El pequeño hombrecillo agarró al joven para morderlo y se pusieron a pelear, después de una ardua riña aprovechó un descuido, de su adversario, propinándole un fuerte golpe, de inmediato le soltó. Con mucha agilidad saltó donde estaba su escopeta y disparó contra el extraño en todo el vientre. El enanito cayó de espalda al suelo, las tripas se le chorreaban y tenía que metérselas en su lugar.
Calixto al ver esa escena botó su escopeta y se olvidó de la perdiz, corrió pidiendo auxilio. Llegó a su casa botando espuma por la boca, subió dos gradas y cayó desmayado al piso de emponado.
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Chullachaqui |
Al cabo de un cierto tiempo llegaron los dos hombres. El curandero se ocupó del joven tomándole el pulso. -Pronto estará bien. El curandero se puso a fumar su cachimbo, y con el humo iba soplando por la cabeza y resto del cuerpo de Calixto, que permanecía echado en el emponado, sin poder hablar. Hizo tres veces la misma operación. - Ya está curado. -¿Qué ha tenido? -preguntó el padre. -¿Qué ha sufrido mi hijito?... -la madre se pasea por el emponado. -Señor -se sentó y se dibujó una sonrisa irónica en el rostro-, fue el chullachaqui que le asustó. -¿El chullachaqui? -repitieron los padres.
Fuera de casa, el curandero narró como sucedió. Los padres se asombraron. -El chullachaqui es el diablo de la selva, les aparece a todas las personas que no creen en Dios, o no están bautizados, el muchacho estará bien, ya pasó todo el peligro. Al día siguiente relató a sus padres, igual como había narrado el curandero.
Luego se dirigió al lugar de lo ocurrido a recoger la escopeta. El terreno donde lucharon estaba todo revuelto. Al ave la estaban comiendo las hormigas y a un costado se encontraba un pequeño tronco podrido con un agujero en medio. -Regresemos a casa -dijo el padre-. Ahora pensemos en los padrinos para bautizar a Cali. -Si, los padrinos -dijo la Mujer. -No tengan miedo -dijo el maestro-. Sólo es un cuento.
LA YACUMAMA
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Yacumama |
Simulaba ser sumamente tranquilo, apacible, en suma, un remanso de paz; pero, lamentablemente era lo contrario.
Así lo aseveraban quienes habían llegado a él, pues sabían que tenía "madre" y que ella celosamente cuidaba ese lugar, persiguiendo sin piedad al que por desgracia se atrevía a pescar en sus aguas.
Así llegó cierto día un pescador que siguiendo el curso de un riachuelo desembocó en él; desde el primer momento que lo vio, se sintió feliz porque creía que era el primero en llegar y pensó: al fin podré realizar una "pesca milagrosa" en esta laguna olvidada, que debe estar llena de peces.
Infelizmente no fue así; al penetrar en el lago, lo primero que hizo fue ubicar un lugar para arrojar su tarrafa y aunque se sentía intrigado por el movimiento del agua, siguió remando confiado; pero el vaivén continuo de su canoa, siguió preocupándole hasta que sintió que algo salía del fondo del lago.
Rápidamente volvió para averiguar… ¿qué era eso?, y vio una terrible cabeza, suspendida a casi un metro de altura sobre la superficie del agua moviendo su monstruosa figura de orejas paradas y sacando su lengua puntiaguda.
Inmediatamente dio vuelta su canoa, metió su remo con fuerza hasta el fondo del agua para impulsarse mejor y en esos instantes apremiantes para colmo de males, notó que las plantas de la orilla venían a su encuentro, cerrándole el pase como si obedecieran a no se qué designio; terriblemente asustado, giró su cabeza para ver que ocurría con la fiera y comprobó que ella le perseguía a toda velocidad.
En ese momento, aterrorizado levantó sus ojos al cielo y clamó ayuda al Dios Todopoderoso, convencido que él no podía hacer nada para librarse con vida de ese monstruo lacustre.
Y realmente, el Señor escuchó su súplica, porque inexplicablemente cayeron al lago cuatro sachavacas peleando y mordiéndose como fieras, produciendo un tremendo ruido.
Ese terrible estruendo asustó a esa serpiente, que no era otra cosa que la terrible Yacumama, que velozmente se sumergió en su lago.
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Yacumama |
El pescador que advertía estupefacto todo cuanto sucedía. No quiso perder un segundo más, y se alejó de este fatídico lago, antes que la Yacumama le cerrara el paso nuevamente.
Lamentablemente no llevó ni un solo pez, porque "la madre" de esa laguna no quiso regalarle sus pacos, sardinas, sábalos, bujurquis, lizas y gamitanas.
AI respecto, se cuenta que cuando alguna persona común se acerca a las orillas y penetra a esos lagos encantados, se desata sorpresivamente una tormenta infernal que hace zozobrar la embarcación y la persona se ahoga irremediablemente.
EL TUNCHE
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Tunche |
Su desgarrador silbido persigue al que huya de él, y a medida que se va acercando su volumen aumenta, así que por más que corras, sentirás su presencia cada vez más cerca de la cual no escaparás.
Aquellos pocos que se han salvado de morir llevados por el Tunche, han perdido la razón; de repente por la aparición o al endemoniado silbido de su presencia.
Nadie sabe exactamente lo que es, pero lo que si tienen varias versiones en común es que el “Tunche” es un ser mítico que vive en la selva peruana, capaz de adoptar cualquier forma con la finalidad de seducir y lograr que lo sigan la única diferencia entre el ser original del cual adquiere la forma y el “Tunche” son los pies, el “Tunche” se caracteriza por tener patas de cabra, es lo único que no puede transformar en su ser.
Sobre el destino de las víctimas es incierto, no se sabe si los abandona a su suerte y mueren de hambre o devorados por algún otro animal, o son devorados por el mismo “Tunche”.
Muchos hemos visto o sentido, presencias extrañas, sin embargo el mal puede tener diferentes formas.
LA YARA DE RUPACUCHA
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Yara de Rupacucha |
LA PIERNA EMBRUJADA
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Pierna embrujada |
Esta mitológica criatura tenia la costumbre de salir de la laguna todas la noches, a las 12 pm, a rondar por las calles de rioja dando largos saltos que producían tan raros sonidos que el vecindarios en sus hogares, al escuchar, se sobrecogían de espanto y cobijaban sus cuerpos tapándose hasta las coronilla.
Pero la pierna embrujada nunca pretendía entrar a las casa sino tan solo a andar por las calles con el objeto de castigar severamente a los transexuales trasnochadores que encontraba en su paso. lo hacia con fuertes patadas hasta hacerlos llegar a su domicilio. la pierna controlaba y exigía que a esas horas toda la gente debería estar durmiendo, ya que la noche se hizo para descansar el día para trabajar.
Luego de cumplir con este objetivo, la pierna embrujada regresaba a la laguna, satisfecha de haber realizado su misión, es decir ,después de haber logrado que el pueblo mantuviera en una viada equilibrada, cumpliendo con las reglas naturales. solo los días sábados, o en las fechas en que se conmemoraba las fiestas tradicionales del pueblo, o asimismo, durante las noches de velorio, la pierna embrujada no salía de su refugio y permitía que la población disfrutara la ocasión: pandillas y bailes callejeros, durante las festividades, solidaridad con lo dolientes de algún fallecido, deber algún triguillo en las cantinas del pueblo, o simplemente adarce sita en la plaza de armas para que los chambonazos amenizaran largas tertulias en compañía de la luna y las estrellas, con las que acostumbradas ocurrencias que caracterizan desde siempre a los riojanos.
Pero cuando la modernidad le llego a rioja trayéndonos carreteras, vehículos motorizados, energía electrónica, equipos de sonido, entonces la pierna embrujada no volvió a aparecer mas por el pueblo y algunos vecinos cuentan lo que lo encontraron en la orilla del río Uquihua, tirada en la arena, con tremendas llagas putrefactas y sin vida.
De modo, en rioja vamos perdiendo todos los dorados símbolos de la cultura popular, los que han perdurado en forma tan integra y nítida atreves de nuestra larga historia.
Falto five nigths at fredyys
ResponderBorrarMe gusto
ResponderBorrar𝐌𝐞 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚 𝐪 𝐚𝐲𝐮𝐝𝐚𝐧 𝐚 𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐞𝐫 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐥𝐞𝐲𝐞𝐧𝐝𝐚𝐬
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